Claves para incorporarlos al sistema laboral.
“Los más jóvenes rotan más seguido y esto sucede desde hace varios años. Debemos entender que la estabilidad, la previsibilidad y la continuidad laboral no es tanto un valor para las nuevas generaciones como lo era -o es aún- para personas de 35 o 40 años en adelante. Para directivos, líderes y recursos humanos es vital entender qué buscan y por qué se quedan más tiempo en una empresa para así ofrecer aquello que realmente ellos buscan y por lo que se quedarían más tiempo que un par de meses”, explica Cecilia Rodríguez Casey, licenciada en Psicología y directora de la consultora Rodríguez Casey & Asociados.
¿Y qué buscan? Los más jóvenes están más comprometidos con su plan de carrera, sus intereses y tienen, a veces, muy claro lo que buscan en cada experiencia, por lo que cuando eso deja de estar o falla en un comienzo no dudan en buscar nuevos horizontes. Crecieron en un mundo global por lo cual tampoco se cierran a una geografía determinada, ni al único proyecto de trabajar en relación de dependencia en un mismo lugar por muchos años, ni estudiar una carrera tradicional. Surgen opciones vinculadas a emprender, desarrollar la calidad de vida, vivir nuevas experiencias, conocer culturas y hablar idiomas, por lo cual, en ocasiones, trabajar todo un año tiene como meta poder viajar, recorrer y experimentar. La libertad de optar según su interés, expectativas, motivación y conveniencia están por encima de la lealtad, fidelidad y se observa mucho menos preocupación por la mirada ajena o ‘el qué dirán’. “Antes de pensar estrategias de retención, debemos entender su mundo, sus valores y no generalizar ni ponernos en la vereda de enfrente ya que eso genera conflicto más que acercamiento”, sugiere la especialista.
Por otro lado, como dijimos previamente los centennials son la primera generación que ha incorporado Internet en las fases más tempranas de su aprendizaje y socialización. Y es por eso qué lo digital les suma y mucho. Vincularlos con esa faceta de la empresa puede ser una buena idea. Luego, la flexibilidad y el desafío para salir siempre de su zona de confort con nuevos retos es también un gran motivante para ellos y muy bueno para la empresa ya que permite mejoras continuas y nuevas miradas. “La libertad con que observan el mundo, las competencias digitales, el compromiso con ellos mismos y con el medioambiente son valores para tener muy en cuenta”, explica Casey.
Por último, la especialista asegura que cuando las distintas generaciones están bien integradas y la empresa tiene un enfoque centrado en la empatía y no en la competencia y el juicio al otro, los más jóvenes tienen muchísimo para aportar. Por eso, más qué pensar qué hacer para que no se vayan debemos tomar de ellos todo lo que tienen que aportar en su paso. Qué el tiempo que transcurran sea el mejor. Seguramente con esta filosofía y entendiendo sus necesidades se quedarán más que el promedio.