Las épocas pasadas vuelven en todas las dimensiones.
Y claro, además el boom se debe a que los expertos de marketing han sabido aprovechar esta especie de frenesí por lo ya vivido construyendo un claro “consumo de lo vintage”. Tener eso del pasado, pero adaptado a hoy. ¿Un ejemplo? Una mesa de diseño súper moderno combinada con una vajilla de porcelana retro o unos sillones restaurados. Sacar un producto comestible con sabor a esa golosina que fue furor tiempo atrás. Poder jugar a ese jueguito de los 90’s desde nuestra TV Smart de alta definición. Es decir, maquillar o darle un nuevo color a ese objeto tan querido. Encontrar un nuevo nicho de mercado, que valora las experiencias que les permiten disfrutar en otra dimensión. Una dimensión que mezcla lo antiguo con el olor a nuevo.
TECNOLOGÍA VINTAGE
El boom de lo retro alcanzó gran notoriedad cuando llegó a la tecnología. Nos hemos cansado de escuchar que la tecnología queda obsoleta al día siguiente. Que lo que es nuevo hoy mañana ya no sirve. Pero con los productos “tecno vintage” eso no parece hacer mecha. Así, a pesar de que los Smartphones tienen cámaras de fotos cada vez con mayor definición, las ventas de polaroids no paran de crecer. O el boom de los juegos en red no tiene nada que envidiarles a las consolas de juegos con joystick y cable de los 90´s. Durante el mes diciembre de 2019, las consolas de juegos con joystick que tienen una batería de juegos clásicos como Pac-Man, se agotaron. Es que aquí se ve claramente la fusión de lo viejo con lo nuevo construyendo ese objeto vintage: el juego de antes se conecta a la Smart TV de hoy generando un disfrute a otro nivel. Otro ejemplo, los tocadiscos para discos de vinilo.
Y si hay un claro objeto tecnológico de la actualidad que no podía quedarse afuera de esta tendencia es el Smartphone. ¿Cómo no aprovechar el boom de lo vintage en el objeto de mayor deseo de hoy? Por eso que la empresa que lanzó el icónico Startac –que fue furor en los 90– ya oficializó que lanzará una nueva versión: Smartphone con tapa como era el clásico.
La tendencia vintage está en pleno auge. El tema, como en toda tendencia, será hasta cuando durará o si llegó para quedarse. Solo el consumidor lo sabe. Pues, al fin y al cabo, solo él puede ponerle fin o catapultarla a la posteridad.